Los sesgos cognitivos son atajos mentales que nuestro cerebro utiliza para procesar información rápidamente, pero que a menudo distorsionan la realidad y afectan nuestras decisiones. Comprender cómo estos sesgos influyen en nuestras percepciones y juicios es clave para tomar decisiones más informadas y objetivas, tanto en la vida cotidiana como en el entorno profesional.
Desde el sesgo de confirmación, que nos lleva a buscar solo aquello que refuerza nuestras creencias, hasta el efecto halo, que distorsiona nuestra percepción basándonos en una primera impresión, reconocer estos sesgos es el primer paso para mitigarlos y mejorar nuestro razonamiento.
Abajo vemos una actividad realizada durante mi postgrado. Donde señalo algunos sesgos y también cómo se podría corregir.